La belleza del caos

A priori a cualquiera la palabra caos le traerá a la mente sensaciones negativas. El caos es incertidumbre, confusión y desorden; conceptos que amargarían a cualquier persona. Sin embargo el caos nos rodea por todos lados, es algo recurrente en todo nuestro entorno.

Durante años he experimentado el caos, consecuencia de ser un desastre al cual el orden le importa menos que la comodidad de no gastar tiempo y energía en ordenar. No pude justificar este comportamiento correctamente hasta que no entré en bachillerato y conocí el concepto de entropía. Gracias a ello comprendí que todo sistema que pueda desordenarse se desordenará siempre y por tanto la cantidad de energía y por consecuencia de trabajo necesaria para contrarrestar el desorden progresivo del sistema es infinita, en mi opinión una pérdida absurda de energía. Pero no fue hasta 4º de carrera, que el caos entró en mi cabeza para cambiarlo todo, en una asignatura llamada matemáticas para la computación, en la cual me impartieron mis primeros conceptos sobre teoría del caos. Esta asignatura me cambió completamente, era como si ante mi se abriese la respuesta a infinidad de preguntas. Desde entonces no paro de ver el caos por todos lados.

¿Que es exactamente el caos? Para explicarlo me es necesario aclarar que es un sistema dinámico. Un sistema dinámico en esencia es un valor o conjunto de valores (y digo valores por generalizar) que cambian con el tiempo, por ejemplo, la estatura o el peso de una persona, son conceptos cuyos valores asociados cambian respecto al tiempo. El dinero que posee una persona también sería un sistema dinámico, así como la cantidad de precipitaciones en un lugar. Si, haciendo un alarde de frialdad , modelásemos los sentimientos como valores, el aprecio a una persona también podría verse como un sistema dinámico. Tras todos estos ejemplos cabe pensar en como se comporta el dinamismo de dichos sistemas, en el caso del peso cabe esperar que desde el nacimiento hasta terminar el desarrollo el peso aumente hasta el pleno desarrollo del cuerpo, aunque todos sabemos que eso es simplificar mucho la realidad, que en el peso intervienen mas factores que arruinan la previsibilidad del peso de una persona. Aquí es donde entra en juego el caos. Todos los sistemas dinámicos descritos son más concretamente sistemas dinámicos caóticos. En contraposición a los sistemas dinámicos caóticos existen otros sistemas cuyo cambio se puede predecir mediante la función que rige su cambio, por tanto siempre podremos predecir con total exactitud como se comportará el sistema en el futuro, pero por suerte o por desgracia el mundo que nos rodea no es tan simple.

¿Que significa que sean sistemas dinámicos caóticos? Para clasificar un sistema dinámico como caótico, este debe cumplir tres caracteristicas, aunque la segunda es necesaria y suficiente para clarificarlo como caótico:

• Sensibilidad a las condiciones iniciales: es decir por muy pequeño que sea el cambio que se haga en un sistema este siempre va a verse afectado por el cambio y a la larga este cambio provocará un comportamiento muy diferente al que podría haber seguido sin ese pequeño cambio . Mediante este vídeo podrán ver mejor que es la sensibilidad a las condiciones iniciales

• Topologicamente transitivo: un sistema dinámico es topologicamente transitivo cuando puede tomar cualquier valor si se espera el tiempo suficiente,es decir, estos sistemas tendrán literalmente todos los valores que puedan tener a lo largo del tiempo.
• Densidad de puntos k-periódicos: esta condición lo que nos dice es que cerca de cualquier valor siempre va a haber valores que formen parte de un ciclo de puntos periódicos ya que en un sistema caotico hay muchos ciclos de valores.

Con todo esto lo que les quiero decir con esto es que, el mundo que nos rodea es caótico por naturaleza. Por tanto, estas características las podemos descubrir en la vida cotidiana. Para dejar esto mas claro, les contaré una desventura de hace algún tiempo. Volvía de clases a casa y por desgracia terminé atropellando a un hombre en moto antes de llegar. en un punto del camino de vuelta me encontré  atascado en una calle de dos sentidos con un carril ocupado para coches aparcados, llegue al punto en el que me encontré un coche de frente. Ambos frenamos, al ver que el vehículo que me obstaculizaba no parecía querer moverse, lo maldecí solo un poco y me propuse ser buena gente y apartarme. Mi única opción era dar marcha atrás hasta un hueco tras un coche a mi izquierda, por desgracia un coche da marcha atrás más rápido en cuesta arriba que una moto; he de decir que era de noche y su luz quedó ocultada por el culo de mi coche, por lo que no era consciente de su presencia. Lo curioso era que todo eso transcurrió casi al final de mi trayecto, en ese momento estaba muy preocupado, era mi primer accidente. ¿Por que ha pasado? por absurdo que parezca me lo preguntaba. ¿Si en la avenida de la Raza no hubiese adelantado a esos coches, este señor no se habría encontrado conmigo en el trayecto y por tanto su muñeca no le dolería ahora a causa de la caída?. Tal vez y especulando, si el coche que me bloqueó hubiese repostado 20 euros de gasolina en vez de 10 ¿habría llegado a tiempo para bloquearnos a Nacho y a mi? tal vez no y nuestros vehículos estarían como antes.  Ejemplos como este podría citarles tantos como ejemplos puedo citar, pues el caos nos rodea. Todos esos pequeños cambios por pequeños que parezcan alteran las condiciones iniciales de nuestra vida en todo momento y nos devuelve un entorno topologicamente transitivo, en el cual puede que esa noche llegues a casa con el coche abollado.

Pese a que aún tengo más que decir sobre el caos, como alguna aplicación practica que he experimentado, pero esto ya me está quedando más largo de lo que esperaba y no me importaría escribir más sobre este tema en futuras entradas . Por último,  piensen que toda acción tiene su consecuencia aunque esta acción a priori les parezca insignificante. Quien sabe, tal vez esta insignificante lectura les cambie el día y sería todo un honor para mi que observasen a su alrededor y apreciasen la belleza del caos.

«Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad» Enrique Tierno Galván